En una ceremonia más notable por su lista de invitados que por su sustancia, el Presidente Daniel Ortega asumió el poder por un segundo periodo consecutivo de cinco años (y el tercero en la oficina presidencial) la semana pasada. Mientras que su asunción terminó con la incertidumbre sobre si la oposición sería capaz de traducir en acciones sus objeciones, tanto a su ilegal candidatura así como al proceso electoral, esto también reveló los actuales recelos de parte de la comunidad internacional con relación a la controversial elección del 6 de noviembre y la legitimidad resultante del nuevo gobierno de Ortega.End of preview - This article contains approximately 798 words.
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