La presión sobre la administración del Presidente Porfirio Lobo para que combata la corrupción en la policía está creciendo. Los medios internacionales ya no presentan la violencia en Honduras simplemente como el resultado natural de los enfrentamientos en la lucha por territorio entre las organizaciones traficantes de drogas (OTDs), los informes recientes destacan la alarmante extensión de la complicidad policial con el crimen organizado. El presidente del congreso, Juan Orlando Hernández, que tiene los ojos puestos en la competencia para suceder a Lobo el próximo año, ha tomado la iniciativa. Logró la rápida aprobación de una reforma constitucional para permitir la extradición, y después obtuvo la aprobación de una ley que otorga poderes a un cuerpo independiente para que se encargue de una exhaustiva reforma de la policía.End of preview - This article contains approximately 668 words.
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