A nueve meses de iniciado su mandato y el Presidente Michel Martelly ha vuelto al punto de partida. Después de sólo cuatro meses en el puesto, el Primer Ministro Garry Conille se renuncio el 25 de febrero, en medio de diferencias irreconciliables con Martelly, lo que sirve como el último ejemplo de la notoria puerta giratoria que es el puesto de primero ministro de Haití. La debilidad de Martelly en la legislatura (que tiene la última palabra sobre un reemplazante) y el tortuoso proceso que precedió a la aprobación de Conille en primer lugar, que puso fin a cinco meses de estancamiento, sugiere la improbabilidad de un rápido fin a la actual crisis. Este renovado vacío político es un golpe más a los muy necesarios esfuerzos de reconstrucción ya puestos en riesgo por la lucha de poderes en lo alto, dada la reluctancia de los donantes de liberar los fondos en ausencia de un gobierno en funciones.End of preview - This article contains approximately 1268 words.
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