Ningunas elecciones programadas han sido pospuestas, y mucho menos canceladas, en México desde 1917. Mientras que al gobierno federal liderado por el Presidente Enrique Peña Nieto le gustaría mantener este orgulloso récord sin tacha, el persistente malestar en los problemáticos estados de Guerrero y Michoacán ha conducido a crecientes pedidos para que las elecciones legislativas federales de mitad de periodo, estatales y municipales programadas para el 7 de junio sean suspendidas en estos dos estados. Al gobierno de Peña Nieto podría no gustarle tener que tomar tan drástica medida, pero con signos de que el malestar podría propagarse rápidamente a otros estados si las crisis en Guerrero y Michoacán no son resueltas, tendría que comenzar a considerar seriamente esta posibilidad si desea evitar comprometer el proceso electoral entero.End of preview - This article contains approximately 1700 words.
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