Los eventos de finales de abril en Honduras han comenzado a parecerse a una imagen invertida de los eventos que condujeron, en junio del 2009, al derrocamiento del entonces Presidente Manuel Zelaya (2006-2009). La sala constitucional de la corte suprema ha dictaminado que las mismísimas disposiciones constitucionales cuyas violaciones por parte de Zelaya provocaron su destitución son “inaplicables”. Al igual que en el 2009, el curso de los eventos actuales ha sido cualquier cosa excepto sencillos –a tal punto que Zelaya se ha convertido en uno de los más abiertos críticos de la decisión de la sala constitucional con el argumento de que es “ilegal y arbitraria”.End of preview - This article contains approximately 1186 words.
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