Se podría decir que era solamente cuestión de tiempo. En una decisión sin precedentes en años recientes, la Vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, presentó su renuncia la semana pasada, cediendo a la presión derivada de su presunta participación en la red de corrupción descubierta el mes pasado en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) [IL-15-16]. Su partida ha hecho poco por aplacar las preocupaciones del público con relación al Partido Patriota (PP) del Presidente Otto Pérez Molina, quien también enfrenta una crisis sin precedentes, sugiriendo que, de acuerdo con la costumbre en Guatemala, el partido gobernante tiene poca chances de asegurar la reelección en las elecciones generales del 6 de septiembre.End of preview - This article contains approximately 1018 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options