“México me ha traído algo de suerte”, dijo la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el 26 de mayo mientras estaba en una visita de Estado en la segunda economía más grande de América Latina. Rousseff se refería a la decisión del senado brasilero de aprobar, por estrecho margen, el primero de un paquete de recortes de gastos, considerado esencial para recuperar la confianza de los inversionistas internacionales en la economía brasilera, y alcanzar la meta del ministerio de finanzas de un superávit fiscal primario del 1,2% este año. El viernes, el gobierno de Rousseff anunció que recortaría del presupuesto anual del 2015, un total de R$69,9mm (US$22,5mm). Pero para hacerlo, Rousseff necesitará de un congreso más complaciente, y algo más de suerte.End of preview - This article contains approximately 833 words.
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