Con el polvo apenas asentándose sobre el masivo escándalo de corrupción descubierto el mes pasado en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) de Guatemala, que forzó la renuncia de la Vicepresidenta Roxana Baldetti [IL-15-19], el gravemente desacreditado partido gobernante, el Partido Patriota (PP) liderado por el Presidente Otto Pérez Molina, recibió otro gran golpe la semana pasada. La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) apoyada por la ONU y la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (Feci), emitieron 17 órdenes de arresto contra altos funcionarios en relación a la supuesta corrupción que tuvo lugar en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). La situación que afronta Pérez Molina –quien como un signo más de la rampante corrupción que aflige a su gobierno fue forzado a destituir a tres ministros la semana pasada por escándalos no relacionados– se está volviendo insostenible. Los arrestos en relación al escándalo en el IGSS incluyen a su presidente, Juan de Dios de la Cruz Rodríguez López, uno de los aliados cercanos de Pérez Molina y su ex secretario privado.End of preview - This article contains approximately 1892 words.
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