El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha desafiado a la oposición política a que convoque a un referéndum revocatorio sobre su mandato después de más de una semana de protestas, en lugar de recurrir a la violencia para expulsarlo. Esta es una respuesta común de Correa: subir la apuesta; categorizar las legítimas protestas como una manera de encubrir una conspiración de golpe de estado; y desviar la atención de un específico tema de discordia hacia todo el récord de su gobierno. Sin embargo, Correa estaba lo suficientemente preocupado, como para suspender temporalmente la cuestión que resultó ser el catalizador para las propuestas: un proyecto de ley para introducir una nueva graduación en el impuesto a la herencia. End of preview - This article contains approximately 1467 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options