La reciente elección de un nuevo juez del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua, de 10 miembros, desencadenó protestas la semana pasada, que han reavivado las preocupaciones relacionadas con la violencia política; siguiendo a los choques entre la policía y oponentes del gobierno como Eduardo Montealegre, el coordinador nacional del principal partido opositor, el Partido Liberal Independiente (PLI). Con la oposición y los grupos de derechos humano criticando fuertemente la respuesta de la policía como el último signo del aparente sometimiento de la institución al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) liderado por el Presidente Daniel Ortega; los acontecimientos relacionados con el CSE de nuevo salen a la palestra antes de las elecciones generales de noviembre del 2016 en las que se espera ampliamente que Ortega buscará para obtener una tercera victoria consecutiva.End of preview - This article contains approximately 777 words.
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