Agosto, mes do desgosto. Por tradición, agosto llega con malos augurios para la política brasileña. El año pasado, Eduardo Campos, el candidato presidencial por el Partido Socialista Brasileño (PSB), falleció en un accidente aéreo a mitad del mes. Hace sesenta y un años, Getúlio Vargas se suicidó con un disparo al corazón en agosto; Jânio Quadros renunció en agosto de 1961 y, en agosto de 1992, las grandes protestas condujeron a la destitución de Fernando Collor de Mello. Con grandes demostraciones planeadas contra el gobierno para el 16 de agosto, y una serie de desafíos esperan a los planes de austeridad de la Presidenta Dilma Rousseff, el mes de agosto de este año, también promete ser un mes agitado.End of preview - This article contains approximately 885 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options