La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien está luchando con bajos ratings de aprobación, la preocupación por la corrupción y un desempeño económico más débil de lo esperado, está tratando de volver a ponerse en la buena senda y conseguir el equilibrio adecuado entre ajustar sus políticas donde fuere necesario, por una parte, y apegarse a sus armas, por el otro. El eslogan actual del gobierno es ‘realismo sin renuncia’. El gran problema para Bachelet es que no todos los partidos dentro de la gobernante coalición, Nueva Mayoría, han interpretado su significado de la misma manera.End of preview - This article contains approximately 1397 words.
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