La Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya decidió la semana pasada que tiene jurisdicción para dictaminar sobre el reclamo presentado por Bolivia contra Chile en el 2013 sobre la obligación de este último de negociar el acceso al Océano Pacífico que Bolivia perdió en la Guerra del Pacífico (1879-1883). La decisión es final y no puede ser apelada. Mientras que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, proclamaba que esta decisión era un importante victoria diplomática, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue rápida en señalar que “Bolivia no ha ganado nada”, y que la decisión de la CIJ no afecta la “integridad territorial” de Chile. Lo que todo esto significa es que el caso puede continuar siendo escuchado por la CIJ, un proceso que podría tomar muchos meses, incluso años, más ahora que la objeción técnica de Chile a esto ha sido denegada. Bolivia señala a la decisión de la CIJ como un signo de que la corte ve su caso favorablemente.
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