En una rápida movida de uno-dos esta semana, el ministro de justicia de Perú, Gustavo Adrianzén, destituyó a la procuradora, Julia Príncipe, una especialista en casos de lavado de dinero; luego, dos días antes de un voto de censura en el congreso nacional, él presentó su propia “irrevocable” renuncia. Existen dos versiones diametralmente opuestas de los eventos en Lima. De acuerdo con la oposición política, la doble partida de Príncipe y Adrianzén tiene todo que ver con los alegatos de corrupción contra la Primera Dama, Nadine Heredia. De acuerdo con el gobierno, no existe ninguna conexión en absoluto.End of preview - This article contains approximately 856 words.
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