No hace mucho tiempo, el gobierno federal de EU habría sentido la necesidad de expresar su descontento por dos significativos acontecimientos ocurridos al sur del Río Grande en esta semana. El 4 de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de la Nación emitió un fallo que marca un hito histórico y allana el camino para la legalización de la marihuana; y el día siguiente, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, recibió a su par cubano, Raúl Castro, en una visita oficial de tres días, la primera desde Raúl asumió el poder de manos de su hermano Fidel en el 2006, y procedió a llenarlo de elogios por los logros del gobierno cubano, mientras que no hizo ninguna referencia a las preocupaciones relacionadas con la falta de democracia política y a la situación de los derechos humanos en la isla. Hubiese sido un error ver estos hechos enteramente a través del prisma de las relaciones EU-México, pero no hay dudas de que la legalización de la marihuana en ciertos estados de EU y el acercamiento de EU con Cuba han jugado una parte importante.End of preview - This article contains approximately 1479 words.
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