Eduardo Cunha, el presidente de la cámara baja del congreso federal de Brasil, del Partido do Movimento Democrático Brasileiro (PMDB), se encuentra crecientemente aislado en su intento por evitar la pérdida de sus derechos políticos. Políticos de una amplia gama de partidos han ocupado el piso del congreso para exigir su remoción. En la actualidad, Cunha tiene suficientes aliados y el ingenio suficiente como para retrasar la tarea del comité de ética de la cámara baja que investiga su caso. Sin embargo, el uso de estas tácticas dilatorias está provocando la ira de muchos colegas y, como efecto contrario, tal vez hagan más probable su destitución.End of preview - This article contains approximately 749 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options