El principal partido de la oposición de Nicaragua, el Partido Liberal Independiente (PLI), está buscando inspiración de las derrotas electorales infligidas a los gobiernos de la Izquierda ‘progresista’ de larga duración en Argentina y Venezuela, en las últimas semanas para dar una sorpresa en las elecciones generales de noviembre del 2016. Ampliamente se espera que el Presidente Daniel Ortega y el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) emergerán triunfantes de las elecciones del próximo año, pero el PLI insiste en que los reveses electorales sufridos por los “autoritarios” aliados de Ortega proveerán consuelo para el partido ante la “persecución política” y “el serio deterioro de los derechos humanos” en Nicaragua.
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