La luna de miel política de la Presidenta Dilma Rousseff ha terminado. Han sido unas pocas semanas malas para la novel administración, que está luchando en varios frentes, incluido un enconado escándalo de ética que involucra al segundo al mando de Rousseff, el ministro de la presidencia, Antônio Palocci, un caso que finalmente ha dado a la menguada oposición algo sobre el cual hincar sus dientes. Más preocupante es que han emergido grietas en la amplia coalición de 11 partidos que apoya a Rousseff. Los envalentonados diputados están ventilando su frustración con el estilo de manejo de arriba hacia abajo de Rousseff, rehusándose a acatar la línea del gobierno y esta semana el principal aliado del gobierno, el Partido do Movimento Democrático Brasileiro (PMDB), provocó al ejecutivo una humillante derrota en el congreso sobre reformas controversiales que debilitan el código forestal del país.End of preview - This article contains approximately 717 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options