Desde hace mucho tiempo, Colombia ha sido asociada con el negocio de la ‘falsificación’: si se trata de dinero, bienes falsificados o aceite para motor, las bandas criminales se las ingeniaron para falsificar una miríada de cosas. Sin embargo, ahora se ha vuelto evidente que incluso los datos del gobierno son manufacturados falsamente. Desde el número de alumnos que asisten en las escuelas a fin de asaltar las arcas del gobierno en unos Col$36bn (US$20,30m), la falsa desmovilización de paramilitares y guerrillas, 11,5m) hasta hacer pasar como guerrilleros muertos en combate a civiles ejecutados extrajudicialmente –los así llamados ‘falsos positivos’.End of preview - This article contains approximately 1069 words.
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