Sucesivos jefes de estado se han visto en dificultades sobre cómo mejor lanzar el discurso del estado de la nación pronunciado anualmente por cerca de 90 años ahora, el 21 de mayo, el mismo día en que en el año 1879 el Capitán Arturo Prat murió liderando a sus hombres al abordar el buque peruano blindado Huáscar durante la guerra del Pacífico. Ellos tienden a optar por un equilibrio entre la unidad detrás de intereses nacionales, en homenaje a Prat, y gestos políticos partidarios. El Presidente Sebastián Piñera tuvo duras palabras para su par boliviano Evo Morales y el desafío legal internacional que él está montando para exigir la soberanía sobre la costa del Pacífico perdida en esa guerra, pero el grueso de su discurso sonaba más como si él estuviera en campaña electoral que dirigiéndose al congreso. Piñera trazó miríadas de paralelos entre el Chile enfermo que él afirma haber heredado de Michelle Bachelet (2006-2010), quien está buscando la reelección en noviembre, y el vigoroso Chile que el dejará.End of preview - This article contains approximately 813 words.
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