El Presidente Néstor Kirchner dijo a periodistas, la semana pasada, que
su gobierno había aceptado el hecho que la controversial planta de celulosa de
la compañía finlandesa Botnia en Uruguay no sería reubicada, como se exigía
previamente. "La planta está ahí. No hay nada más que hacer, salvo
aguardar la decisión de la Corte Internacional de Justicia" (CIJ),
declaró. La aparente aceptación de Kirchner de la ubicación de la planta,
sobre la ribera del compartido Río Uruguay, parece señalar el fin de la larga
disputa entre los dos países vecinos. Pocos días más tarde, se retractó,
luego de duros críticas de sus oponentes políticos y de los ambientalistas que
cortan el paso sobre el puente en Gualeguaychú.End of preview - This article contains approximately 480 words.
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