Los ejercicios navales conjuntos de Rusia y Venezuela en el Caribe, esta
semana, fueron el signo más visible del retorno de Rusia a la región. Aunque
ellos no sirvieron para otra cosa más allá de permitir al Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez y su par ruso, Dmitri Medvedev, burlarse de EU, lo que
precedió a las operaciones navales tenían un propósito expreso. Medvedev condujo
un mini-tour en América Latina -comenzando en Perú, tocando Brasil y Venezuela,
y finalizando en Cuba- con objetivos económicos y geopolíticos en mente, no con
objetivos militares.
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