La tensión entre Bolivia y Perú se ha elevado esta semana, después
que los dos gobiernos se enzarzaron en ardientes intercambios luego de los
violentos choques en la Amazonía peruana entre la policía y manifestantes
indígenas. Esa es solamente la última manifestación de lo que se ha convertido
en una crecientemente tirante relación bajo la administración Morales. Aunque
las relaciones con Perú no son el único desafío para el Presidente Evo Morales:
la decisión de Brasil de otorgar asilo a bolivianos vinculados con la masacre de
Pando también ha disgustado a su gobierno.End of preview - This article contains approximately 728 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options