La meticulosa tarea de hacer que Haití se ponga de pie de nuevo
después del devastador terremoto de la semana pasada, que cobró más de 100.000
vidas, está en marcha. Está teniendo lugar contra el telón de fondo de
preocupaciones por la seguridad y la tensión en la comunidad internacional
acerca de cuál es la mejor manera de enfrentar la crisis, en el corto y largo
plazo. Los esfuerzos de rescate también se vieron dificultades por una breve
aunque poderosa réplica del terremoto, que midió 6,1 en la escala de Richter, el
20 de enero, que derribó edificios debilitados, pero con la mayoría de la gente
viviendo en campamentos improvisados en las afueras, no se cree que haya cobrado
más vidas.End of preview - This article contains approximately 1629 words.
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