El ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) era bien conocido por sus confrontaciones con la justicia; bajo su sucesor, el Presidente Juan Manuel Santos, esas riñas parecían ser algo del pasado –hasta esta semana. Santos cuestionó abiertamente una fallo altamente sensible relacionado a la operación militar de noviembre de 1985 para retomar el control del palacio de justicia, que había sido tomado por las guerrillas del M-19 (ver más abajo). El problema para Santos es que además de los numerosos magistrados que criticaron su reacción pública, miembros de la oposición política, los familiares de los desaparecidos y grupos de la sociedad civil también han condenado su posición.End of preview - This article contains approximately 787 words.
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