El Presidente Rafael Correa pudo celebrar una notable victoria el 6 de marzo, cuando su gobierno anunció el primer proyecto minero en gran escala de Ecuador. La compañía china, Ecuacorriente, firmó un acuerdo para desarrollar la mina de cobre El Mirador. El acuerdo de US$1,4mm (que se produjo poco después del acuerdo de otro préstamo Chino por un monto similar) impulsara a las arcas del Estado antes del intento de reelección de Correa en abril del 2013. Correa afirmó, con cierta justificación, que era necesario para diversificar las exportaciones de Ecuador, abandonando su histórica dependencia de las volátiles exportaciones de petróleo. Sin embargo, enfrenta un desafío inmediato, en la forma de una marcha de protesta de la agrupación general de organizaciones indígenas, Conaie, sobre ésta y otras propuestas de proyectos mineros y sobre los derechos al agua.End of preview - This article contains approximately 659 words.
Subscribers: Log in now to read the full article
Not a Subscriber?
Choose from one of the following options