El gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) del Presidente Evo Morales, está enfrentando uno de sus peores escándalos de corrupción desde que el caso de contrabando de drogas que
implicó al ex
jefe de la Fuerza Especial de
Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn)
, René Sanabria, en marzo del 2011 [
IL-11-12].
Así como amenaza ser una nueva fuente de tensión en las relaciones EU-Bolivia (el caso involucra a un empresario de EU, Jacob Ostreicher), también está proveyendo la primera prueba real para el nuevo fiscal general de Bolivia, Ramiro Guerrero, cuyas movidas iniciales como parte de su declarada represión a la corrupción han hecho poco para inspirar confianza entre la oposición política.
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