La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, desea que él medie en la disputa sobre las Falklands/Malvinas; el líder de la oposición de Bolivia, Jorge Quiroga, le pide que medie en la antigua disputa de su país con Chile sobre el litoral del Pacífico. La elección de Jorge Bergoglio de Argentina como el Papa Francisco, ha elevado las esperanzas a través de la región en el sentido que él podría usar su alto cargo para resolver las cuestiones diplomáticas más espinosas, como si sus tareas diarias y la revitalización de una desacreditada Iglesia Católica Romana no fueran suficiente desafío. Sin embargo, hay una acción por la que el Papa está siendo urgido a realizar, y que podría cumplirse rápidamente y que tendrá un profundo efecto: beatificar al Arzobispo Oscar Romero, de El Salvador, el emblemático campeón de los pobres, que fue asesinado a tiros por un escuadrón de la muerte de la derecha mientras celebraba misa el 24 de marzo de 1980.End of preview - This article contains approximately 1022 words.
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