“Es muy angustiante vivir en un país donde cualquier hipótesis, por más disparatada que parezca, a todos nos resulte verosímil”. Hablando durante una marcha convocada por la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) para exigir justicia de las autoridades en su investigación sobre la súbita muerte del fiscal especial Alberto Nisman, el presidente de la Amia, Leonardo Kmelnitzky, claramente describió la atmósfera febril de rumores y teorías de conspiración que ha impregnado el discurso público argentino desde el descubrimiento del cuerpo de Nisman en el cuarto de baño de su departamento la noche del 18 de enero.End of preview - This article contains approximately 1380 words.
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