El caso de los 252kgs de cocaína que se perdieron de una estación de policía en Pedro Juan Caballero (PJC), capital del departamento fronterizo de Amambay en el nordeste de Paraguay, de nuevo han planteado preguntas acerca de la extensión con la que las organizaciones de tráfico de drogas (OTDs) se han infiltrado en las instituciones locales. El año pasado, la muerte del periodista Pablo Medina [IL-14-45] había provocado serias preocupaciones acerca de la prevalencia de la ‘narcopolítica’ –los aparentemente cercanos lazos que los traficantes de drogas han logrado forjar con políticos locales, incluidos legisladores nacionales. El último caso expone los serios riesgos que estos lazos representan para el Paraguay y para sus vecinos.End of preview - This article contains approximately 1326 words.
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