Cuando el congreso nacional de Perú votó por censurar a la primera ministra, Ana Jara, la semana pasada, esto dejó al Presidente Ollanta Humala con dos opciones: aplicar una política de riesgo, o la conciliación. Él optó por lo primero. Humala reemplazó a Jara con Pedro Cateriano, su ministro de defensa por los últimos tres años, y una figura odiada por los principales partidos de la oposición. Cateriano tendrá que recoger el guante en el congreso donde debe buscar el voto de confianza antes del 2 de mayo. Sin embargo, si el congreso se niega a dárselo, Humala podría disolver el cuerpo. Por su parte, la administración de Humala sigue alegando que la incertidumbre política creada por el congreso está conspirando contra el crecimiento económico al desalentar a los inversionistas.End of preview - This article contains approximately 1390 words.
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