El Papa Francisco completó una gira de una semana visitando tres países –Ecuador, Bolivia, y Paraguay– el 12 de julio. Estos son tres de los países más pobres de América Latina, con algunas de las más grandes poblaciones indígenas donde la Iglesia Católica, aunque aún dominante, enfrenta un duro desafío por parte del secularismo, el Protestantismo Evangélico (especialmente entre los indígenas), y la ‘teología de la liberación’. Fue una gira eminentemente política. El Papa Francisco, en contraste con sus predecesores, reconoce que la decreciente influencia de la Iglesia Católica en América Latina puede ser atribuida a su fracaso en identificarse con el pueblo. Él habló contra el capitalismo sin restricciones y en favor de los pobres, marginados, y explotados en todos los lugares que visitó, y pidió por una justicia social, lo cual es el objetivo principal de la ‘teología de la liberación’.End of preview - This article contains approximately 1684 words.
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