Desde hace varios años, los gobiernos mexicanos han seguido la llamada estrategia de ‘persecución capos’ contra las grandes organizaciones de tráfico de drogas (OTDs), identificando y apuntando a la captura de sus principales líderes. Es una estrategia que recuerda a aquella utilizada por las fuerzas armadas de EU en Irak después de la invasión del 2003, cuando ellos hicieron una lista en base a un mazo de barajas compuesto por los 52 principales fugitivos del derrotado régimen del partido Ba’ath que ellos querían capturar: el As de Espadas era Saddam Hussein, capturado finalmente en el 2003 y ejecutado en el 2006. El actual gobierno mexicano liderado por el Presidente Enrique Peña Nieto comenzó con una lista de 122 blancos, y antes de la fuga de una prisión el líder de la OTD de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, el pasado julio, el gobierno afirmaba que había neutralizado a 93 de ellos. Pero las cosas se han vuelto más confusas. A diferencia del ‘mazo de cartas’ de las fuerzas armadas de EU, el gobierno mexicano dice los nombres exactos en la lista siempre ha sido un secreto; que algunos han sido retirados de la lista; y que los ‘más buscados’ en realidad ya no son 122, sino 30.End of preview - This article contains approximately 1124 words.
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