Podría haber sido con una sensación de alivio que el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, partió al Reino Unido (RU) esta semana para una visita de Estado de tres días. Ensalzado en el exterior por su ambicioso y multifacético programa de reformas estructurales para impulsar el desarrollo de México, Peña Nieto es vilipendiado cada vez más por un creciente y vocal sector en su país, donde muchos mexicanos todavía no sienten los beneficios de las revolucionarias reformas de su gobierno, pero que continúan siendo el testimonio de la mancha indeleble de la violencia, notablemente la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes en Iguala, en el estado de Guerrero, en septiembre del 2014. Este incidente por último ha forzado a Peña Nieto a reemplazar a su acosado procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, durante el fin de semana, aunque su gobierno logró asestar un serio golpe contra el crimen organizado con la captura de dos de sus principales blancos, incluido uno de los importantes cabecillas del tráfico de drogas, Servando ‘La Tuta’ Gómez.End of preview - This article contains approximately 2312 words.
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